El secreto de las relaciones duraderas

Oh, las relaciones…

El otro día conversaba con una amiga que acaba de iniciar una relación de noviazgo (la primera)… Hablábamos sobre todo lo que esperaron para dar el paso de hacerse novios. El chico estuvo tras ella… ¡por más de un año! Y entre indecisiones y procesos al fin dieron el paso de ser novios.

Una de las cosas en la que coincidíamos era que, aunque había pasado un tiempo largo para dar ese paso, particularmente para ellos fue súper necesario para madurar algunos aspectos de ese proceso de “conocerse”.

¿Por qué hay tantas relaciones fallidas en la actualidad?

Ciertamente hoy día el tema de la espera por la gratificación está tan desestimado que nos perdemos de procesos que en realidad son súper positivos para nuestra madurez y para realmente disfrutar las etapas por un tiempo largo.

Fíjate cómo cada vez queremos las cosas más para YA, algunos ejemplos:

  • No terminamos de ver un story de 15 segundos para pasar al siguiente,
  • No salimos a comer algún lugar porque pedir comida para la casa es más rápido,
  • Tomamos medidas drásticas quitando alimentos de nuestra dieta porque queremos en una semana bajar el peso que subimos en un año o, típico, “la pastillita mágica que nos hará perder toda la grasa en un mes”
  • Comemos más comida prefabricada porque es más rápido que hacerlo natural en casa
  • Vemos toda la temporada de la serie que nos gusta en Netflix en (toda) una noche porque no podemos esperar al día siguiente para verla gradualmente.

Definitivamente, estamos cada día corriendo, acelerados; nos apresuramos en todos los procesos porque “necesitamos” la gratificación lo más rápido posible. Sin darnos cuenta que en el camino nos perdemos de cosas relevantes o, incluso, nos hacemos daño.

En el campo de las relaciones hoy,  más  que nunca, es común el avanzar de una manera rápida en el camino porque 1) la mayoría de las mujeres tienen una necesidad intrínseca de sentirse amadas, admiradas y deseadas (¡YA!)  y 2) la mayoría de los hombres quieren sentirse conquistadores y que han ganado la admiración de la mujer que les gusta (¡YA!).

Hoy nos encontramos con lo común que es que tan solo con un gusto aparentemente físico o de actitud las personas pasan a un status de pareja sin ninguna formalidad o petición.

Las relaciones sexuales son parte de la relación, con un par de meses se mudan juntos, hacen viajes, etc… y cuando te das cuenta, tienes una relación que te hace sentir súper bien el primer o segundo año y después de ese tiempo sientes que estás con un completo extraño, que no soportas sus mañas y que quieres cambiarlo 180° para que sea “como antes”.

¿Identificada con esas líneas? Te voy a explicar qué pasó. Pero, no sin antes decirte que lo que estás sintiendo ahora no tiene nada que ver con que la otra persona haya cambiado o que tenga un problema. Lo que en realidad sucede es que te saltaste todo lo realmente importante para disfrutar de la gratificación “rápido” antes de que permitieras que esa relación realmente madurara para que se convirtiera en algo duradero. Es decir, te comiste la fruta antes de que estuviera dulce.

Y tú me dirás que esto es anticuado, que ya no se usa, que esto es lo “normal”. Y sí, es normal en la cultura actual, pero también es mucho más común los divorcios que hace 30 años atrás y, sin embargo, cuando alguien pasa por un proceso de separación no deja de ser muy, muy doloroso.

Así que… ¿por qué no nos damos el permiso de revisar qué estamos haciendo mal?… Un factor común en esas relaciones de noviazgo o matrimonios fallidos:  No estamos dispuesto a esperar.

Así como una mamá en un embarazo normal no debe sacar a su hijo de su vientre antes de los 9 meses (aunque esté ansiosa por verlo) porque podría traer algún problema de salud para cualquiera de ambos, ¿por qué no estamos dispuestas a esperar un poco más en ese proceso de noviazgo para REALMENTE darnos cuenta si tenemos cosas relevantes en común con esa persona que nos ayudarán a permanecer juntos en el tiempo?

Conocer a una persona requiere de inversión de tiempo, de hacer preguntas profundas, de comprender su comportamiento en diferentes ámbitos (familia, amigos, compañeros), de pasar etapas complicadas juntos y revisar de qué manera resuelven conflictos. Requiere de establecer principios de paz, respeto, conversación, actividades en común, entre otras. Y para todo eso se requiere: TIEMPO.

¿Te parece ilógico pasar por ese proceso SIN tener relaciones sexuales? Entramos en una disyuntiva, sabemos que hoy es lo más común, pero… independientemente que elijas tenerlas o no… quiero decirte que una vez des ese paso, vas a querer forzar que “funcione” antes de darte cuenta si realmente es una relación que perdurará en el tiempo.  Y si no funciona será más doloroso pues la entrega física deja una huella en el corazón que hace una separación más difícil de aceptar.

Esto no quiere decir que tu relación no va a funcionar, definitivamente todas las personas son distintas. Pero si sabemos a qué nos estamos arriesgando, ¿por qué no nos ahorramos todo el dolor, postergamos la gratificación y nos dedicamos a madurar la relación antes de dar ese paso? Puedes esperar, y si esa persona realmente está interesada en ti, va a esperar también.

Hay una frase que dice “Amistad larga, noviazgo corto, matrimonio para toda la vida” y me gusta porque refleja que en esa etapa de amistad está realmente lo relevante a la hora de dar el paso de noviazgo, ya que sabes a lo que te estás encaminando y estás segura de hacia dónde vas (matrimonio).

Si estás en una relación como la que describí antes, si te apresuraste en todos los procesos y ahora no sabes qué hacer, quiero decirte que aún hay esperanza. Siempre hay formas de rehacer el camino y restaurar la relación cuando ambas personas están dispuestas a hacer cambios profundos en las formas.

La consejería, el apoyo mutuo, la disposición al cambio, el colocar a la otra persona primero son demostraciones de verdadero amor e interés en la relación, pero en esto deben estar las dos personas de acuerdo y tener todo el compromiso personal de hacer lo necesario para que puedan pasar de una relación llena de gratificación y egoísmo a una relación realmente madura.

¿Estás dispuesta a esperar y disfrutar a largo plazo? ¿O quieres seguir la senda de la gratificación rápida y enfrentarte a la posibilidad de terminar con un completo desconocido y con el corazón roto? Tú decides.

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Lisangel Paolini

Hija de Dios, Life Coach, Consultora Career Direct ®, Ing. Industrial, apasionada por el liderazgo. Con intenciones de conferencista y escritora.

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