Consecuencias de mantener una relación tóxica y no salir a tiempo

En este artículo quiero hablarte sobre que es una relación tóxica, cómo saber si debes salir de una relación y de las consecuencias de mantener una relación tóxica y no salir a tiempo.

Reflexionando en este tema de las relaciones tóxicas, encontré que existe cierta similitud entre las relaciones que podemos construir, y las carreteras o caminos a lo largo de los cuales conducimos.

Empezando porque cuando nos enfrentamos a un camino y a una relación, el factor de lo desconocido y de la incertidumbre son protagonistas.

También, existe mucha información que sale a relucir y que servirá de base para las decisiones que tendremos que tomar.

Me di cuenta que hay viajes en donde planificas la ruta y otros que simplemente suceden sin premeditación; así como a veces nos topamos con situaciones en el camino que son muy agradables, mientras que otras veces quisiéramos no haber tomado jamás ese camino.

En fin,  hoy me quiero detener sólo en una similitud, esa que tiene que ver con la señalización del camino. Para ser más específica, me quiero enfocar en la gran señal de retorno, una que aparece también en la carretera de las relaciones.

¿Qué es una relación tóxica?

Una relación tóxica de pareja es aquella relación en la cual uno o ambos miembros sufren, se hacen daño, o hay algún tipo de violencia psicológica o física.

Esto trae como consecuencias daños en el autoestima, inseguridad, y traumas que pueden dejar secuelas por mucho tiempo, de allí la importancia de salir a tiempo.

¿Cómo sé si estoy metida en una relación tóxica?

Si vas atenta al camino te darás cuenta que la señal de retorno no aparece de una vez, hay varias señales que te avisan su cercanía; las que dicen que a 300 metros, a 200 metros, o a 100 metros viene aquella posibilidad de salir del camino y si no tomas aquella salida, tendrás de recorrer incluso varios kilómetros antes de tener una nueva posibilidad de retornar.

Lo mismo pasa en las relaciones en general, sobre todo en las amorosas. Si te das cuenta, las mujeres tenemos una gran capacidad de acumular ilusiones que muchas veces no nos deja ver las cosas como son en realidad. Nos dejamos llevar por nuestros sentimientos, le damos espacio a que la ilusión gobierne nuestras decisiones.

A veces no tenemos la seguridad y la autoestima necesaria para salir de una relación a tiempo o para pensar claramente y decir:

“esta situación no está bien, prefiero salir de esta relación antes de tener algo que lamentar”.

El miedo a no poder volver a construir una relación nos hace aferrarnos a lo que en ese momento tenemos y a no abandonar el camino a la hora cierta.

A continuación te presentaré algunos conceptos que te pueden servir para identificar si aquella señal de retorno ya apareció y no la quisiste ver, o bien, si apareció y aún estás a tiempo de tomarla para salir de una relación tóxica.

No hay una paz plena en tu relación:

Nuestro corazón y mente SABEN cuándo existen situaciones “extrañas” que no suman a la armonía de una relación, sino que te traen inseguridad y te llevan a dudar, aunque sea por unos minutos, cuando ocurren. Por ejemplo: Esas actitudes y frases que aparecen de vez en cuando en tu relación y sabes que no están bien, pero las justificas diciendo algo tipo:

“no creo que lo haya dicho con esa intención”, “quizá no pensó lo que dijo”, “se debe haber equivocado”, “yo sé que va a cambiar”, “tiene tantas cosas buenas, que esta no significa nada”.

Si ya has dicho más de una vez alguna de estas frases ante una o más actitudes, debes pensar y prestar atención a la señal porque puede significar que debas salir de una relación tóxica.

Falta de honestidad:

Es fundamental que cuando re-pienses esta situación, seas completamente honesta contigo misma.

Las mujeres tenemos una capacidad sobrenatural de convencernos de una situación mientras que la realidad grita lo contrario; podemos lograr crear una realidad paralela en nuestra mente que acomode la situación para que no se vea tan nociva y podamos seguir soportándola.

Pero no, DEBES ser valiente y no guardar o disfrazar los sentimientos de inseguridad o miedo por “mantener” una relación amorosa. Si reconoces que tu mente se esfuerza por modificar lo que realmente pasó, la señal de retorno está apareciendo.

Modificas tu relato:

Haz esta prueba, cuenta una de esas situaciones “extrañas” que llevas un tiempo justificando a una de tus amigas, puede ser a las más cercana. Examina cómo logras relatar aquella situación; si encubres o modificas el relato “para que no suene tan feo”, quiere decir que efectivamente algo anda mal.

Puede que sea necesario que analices y seas honesta contigo mismo para ver si te enfrentas a una situación en la que debes salir de una relación dañina.

No escuchas:

No me cabe duda que si estás pasando por esta situación, hay personas cercanas –e incluso, lejanas– que te han dicho cosas como:

“mmm… no sé por qué no me parece”, “yo creo que él no es para ti”, “¿no te das cuenta de cómo es?”, “es preferible que salgas de allí”.

Lamentablemente, cuando estamos en esta situación, la ilusión se une a la testarudez y no logramos abrir nuestros oídos para escuchar a las personas que están a nuestro alrededor, aquellas que ven la realidad desde otra perspectiva.

No te digo que te dejes guiar solamente por lo que otros dicen, pero sí DEBES escuchar aquellas frases que son las señales previas que te avisan del retorno; sobre todo si es más de una persona y una de ellas te ama y quiere lo mejor para ti.

Evitas enfrentar:

Con el tiempo he aprendido que DEBEMOS enfrentar las situaciones “incómodas”, huir de ellas solamente retrasa el avance de las relaciones y la confianza. Si tienes miedo de hablarlo, algo anda mal.

Si enfrentas esta situación y obtienes una negativa, ¡ya tienes tu respuesta!, la señal está ahí… Si enfrentas y te encuentras con una minimización del problema o una desvalorización de tus sentimientos, ¡tienes tu respuesta! Si ya lo intentaste varias veces y no obtienes cambios, no esperes más; debes tomar una decisión y salir de una relación que no te trae nada bueno.

Te cuesta confiar en tu pareja:

Muchas veces, evitamos los puntos anteriores por miedo a perder aquello que amamos, aquello que quizá llegó en un momento inesperado, aquello que quizá ha sido la primera experiencia en donde involucramos nuestros sentimientos o simplemente aquello donde llevas tanto tiempo que parece imposible ver una salida.

Hoy te quiero recordar que los planes que Dios tiene para ti son buenos, por lo tanto, en el corazón de Dios no existe la posibilidad de que Él nos entregue a un hombre que nos dañe, que nos menosprecie o que quiera utilizarnos para cubrir un área de su vida.

La confianza en Dios implica renunciar a lo que nosotras creemos que estará bien para confiar en que Él tiene lo mejor.

Si hasta este momento has podido ver tu relación en alguna de estas frases, espero con todo mi corazón que puedas tomar valentía y comenzar a pensar acerca de tu relación.

En segundo lugar, espero que no ignores esta señal que está apareciendo frente a ti; esta puede ser la oportunidad para salir a tiempo de una historia que no va por buen camino.

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Pero, ¿qué pasa si no puedo lograr decidir terminar con esta relación? ¿Existen secuelas de una relación tóxica?

Esta vez quiero compartir contigo algunas de las consecuencias de las relaciones tóxicas.

La manipulación constante, mantener el control abusivo de la relación, el menosprecio a tus emociones, la disminución de tu vida a un rol de “esposa o novia”, entre otras actitudes, es violencia; quizá un violencia encubierta, pero violencia al fin y al cabo porque te daña, te hiere, te estanca, te produce miedo y desesperanza.

Consecuencias de una relación tóxica:

Escucha este audio si no te gusta mucho leer:

Comencemos entonces, estas son solo algunas de las consecuencias de una relación tóxica que pudieras experimentar:

Baja autoestima:

Las constantes frases que te disminuyen, esas que intentan transformarte en una persona que no eres, y las peticiones de que cambies ciertos rasgos de tu personalidad sin mayor fundamento más que un “es que me gustas más así”, comienzan a generar en tu mente un cambio, una influencia tal, que comienzas a perder la posibilidad de decidir hacer algo por ti, porque simplemente te gusta.

Ahora solo piensas ¿le gustará a él?, y dices: «mejor cambiaré para que no se enoje».

Conozco adolescentes que les envían fotos a sus novios para que él apruebe su outfit para poder salir de casa.

En este punto, la inseguridad, llega a un extremo que comienza a ser dañino, llevándote a olvidarte de ti misma. Yo entiendo que quieras agradar a tu novio, pero la motivación debe ser la correcta y no actuar bajo el miedo a su reacción o a la constante amenaza de que te dejará si no haces lo que él quiere.

Pérdida de tiempo:

Siempre intento recordarme a mí misma que cada vez que insisto en algo que no está dentro del plan de Dios para mi vida, aunque sea maravilloso a mis ojos, retraso automáticamente lo que Dios me quiere entregar.

Mientras tú sostienes aquella relación, no importando el dolor, la inseguridad y el miedo, hay un plan de AMOR que espera por ti. Mientras tus heridas comienzan a ser más y más  profundas y la violencia llega cada vez a niveles más altos, hay una historia de AMOR real que espera por ti.

Aunque parezca un cliché, lo cierto es que no podrás recibir algo nuevo (sano, puro y real) si no tomas valentía y entregas aquello que hoy te está dañando, así que ¡no esperes más!

Conformismo:

Mientras más te empeñas en cubrir aquellas malas reacciones de las cuales ni siquiera puedes hablar y mucho menos discutir, comienza tu mente a recibir pensamientos como:

“ya no hay salida”, “es lo único que a estas alturas de la vida puedo tener”, “le he fallado a Dios, por lo tanto él no debe tener nada mejor para mí”, “esto es lo que me merezco por mi pasado”, “¡esto es lo que me tocó!”, “se me acabó el tiempo para esperar”.

Y así caes en el conformismo, ese que te paraliza y limita.

No creas esos pensamientos que vienen a ti; no tienes que bajar tus estándares y conformarte hasta el punto de postergar y rechazar el futuro que Dios planeó para ti, por una relación que en tu corazón sabes que no es lo que Dios te quiere dar.

Necesitas esforzarte, ser valiente y soltar; ya el final de la historia está asegurado.

Arrepentimiento seguro:

¿Te imaginas pasar una vida arrepentida de corazón por haber decidido continuar con una relación que empezó mal y continuó mal?

Conozco personas que, pasados los años, siguen sufriendo en silencio porque no logran reconocer que se apresuraron, que no tomaron buenas decisiones y a pesar de sus ganas de seguir, continuar y aceptar las consecuencias de las mismas, en un espacio de su corazón siempre estará aquel sentimiento de arrepentimiento.

¿Qué pasaría si después de algunos años, pudieras ver  todo lo que te perdiste, aquello que no alcanzaste y que no disfrutaste por una mala decisión?

Si estás leyendo esto y pudiste ver reflejada tu relación aquí, déjame decirte que aún estas a tiempo, ¡no esperes más!

Algunos consejos para salir de una relación tóxica:

  1. Antes de hacer cualquier cosa, pídele ayuda a Dios. Dile con tus palabras que tienes miedo, que no sabes cómo hacerlo, pídele que te ayude, que irrumpa en tu vida de alguna manera y te salve. Él sin duda lo hará por ti; estoy segura de que te dará la valentía, pero también la ocasión de decidirte una vez más a salir del círculo en el que estás.
  2. Cuéntaselo a alguien de confianza para que te apoye y puedas sentirte acompañada en este proceso; pídele que no te juzgue y que te escuche. Eso es suficiente.
  3. Si lograste decidir, trabaja en recuperar lo que has perdido. Me refiero a tus hobbies, escuchar tu grupo musical favorito (aunque sea “inmaduro”), ponerte esa ropa que te encantaba, salir con tus amigas, disfrutar con tu familia, pero sobre todo, volver a tu relación con Dios.

Los planes que Dios tiene para ti son los mejores, no los cambies por alguien que te prometa el cielo y la luna, pero que con sus acciones evidencia que no está preparado para amarte.

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Keila Vera Vidal

Seguidora de Jesús, Adoradora, Escritora por don de Dios, Trabajadora Social, Chilena y amante del idioma portugués.

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Keila Vera Vidal

Seguidora de Jesús, Adoradora, Escritora por don de Dios, Trabajadora Social, Chilena y amante del idioma portugués.

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