Encuentra el amor de una vez y para siempre (II)

En la I parte de este post Encuentra el amor de una vez y para siempre (I) recibí muchos escritos en el direct de mi Instagram, mensajes de texto y whatsapps, todos por el mismo post. Amigas de años que se atrevieron a contarme sus historias de forma real, esas con amores ajenos, que no se sienten valoradas en la relación que mantienen y hoy están en búsqueda de la reconciliación propia.

Con otro grupo de amigas compartí esas vivencias que quedaron en el pasado pero que han determinado mi presente y que me han convencido del futuro que quiero, esa historia donde era yo la del amor ajeno; también, en la intimidad de una buena conversación recordamos el camino que recorrieron conmigo para llegar hasta aquí y poder escribir sobre este tema; contando lo que pensamos sobre una frase que utilicé: “amores ajenos”.

No hace falta ser la otra para tener un amor ajeno.

Con eso de “amores ajenos” no solo me refiero a estar una relación clandestina donde se ocupa el lugar de “la otra”, para mí un amor ajeno es más que aquella relación donde se sabe que eres la tercera persona para formar el trío donde un dúo se odia. Para mí, un amor ajeno es un amor impropio, extraño, algo que no pertenece. Conozco mujeres que son las “legales” y hasta las únicas, pero son malqueridas, incomprendidas, menospreciadas, mujeres fieles a la inestabilidad, enganchadas en relaciones de montaña rusa  -así las llamo- sintiéndose en la cima por algunos segundos para luego caer al vacío, quienes creen que esos momentos en la cima son suficientes para seguir la ruta, sin darse cuenta que es solo un ciclo que las fatiga y las debilita en muchas áreas.

En la primera parte, terminé con una verdad y algunos consejos; hoy quiero mantener y explicar un poco más esa verdad para ampliar los consejos.

La verdad:

No esperes ser llena por alguien más si no te sientes llena y completa en Dios

Me preguntaron cómo era sentirse llena y completa en Dios, a lo que respondí sin miedo a ese mal concepto de soltera que parece ser igual a “soledad”. Es decir, se trata de sentirnos completas y satisfechas con nosotras mismas; creo y mantengo que, si no eres capaz de hacerte y sentirte feliz a ti, no serás capaz de hacer feliz a otro en plenitud, ni te sentirás feliz con otro.

¿Pero llenas de qué? De valor y amor por ti, y no se trata de una guerra feminista ni de anular a los hombres, pues la compañía del llamado “buen partido” es sin duda una seria invitación a jugar con astucia en el amor.

Los consejos:

  • Créele a Dios.
  • Atrévete a romper relaciones tóxicas.
  • Experimenta la soltería como un ejercicio de crecimiento personal.
  • Llénate de ti, de lo que eres en Dios y para Dios.
  • Una vez completa en Dios y segura en ti, espera con calma y astucia a ese gran chico.

Una cosa te llevará a la otra, pero ¿creerle a Dios en relación a qué?

Hay un verso que resume los mandamientos y que la mayoría conoce y repite:

“ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10: 25-28 / Mateo 22: 37-39)

Las relaciones interpersonales saludables se basan en eso, debemos eliminar ese mito que se ha convertido en un dicho popular: “quien ama más es el que más sufre”, porque no se debe medir el amor basado en el dolor o como una competencia de aguante. Lo que quiero decir es que debes creer en tu valor como mujer, como hija de Dios, y una vez que lo hagas entonces puedes amar a ese otro como a ti misma, ese otro al que no tengas que inventarle cualidades ni esforzarte para verlas a diario, es una carrera donde no hay desventajas, hay amor genuino, hay acuerdos, hay compañía, hay respeto, hay una lista de beneficios que hacen que los quebrantos o esos momentos donde lastimamos o nos lastiman no sean los que predominen. No se basa en sacrificios, se basa en amor.

Entonces, una vez convencida de amar a ese otro como a ti misma, no será difícil pensar lo que conviene o no conviene, no tendrás que ir de nuevo a la margarita con el “me quiere o no me quiere”, ni cubrir los “no me quiere” haciéndote pasar por terapeutas para entender sus males. Si hay dudas como para acudir a una margarita eso es un claro «no conviene».

No esperes a que él cambie, cambia tú, ámate bajo este principio, descúbrete, busca apoyo, compañía y consejos de otros con buen criterio en relaciones y amor propio.

Encontrar el amor de una vez y para siempre depende de tomar las mejores decisiones.

Rouse,

#LaChicaDelAfro

Entaconadas

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Hijas de Dios que dan tips de: Moda, Belleza, Salud, sanidad del corazón. Somos mujeres reales HT #MujeresReversibles ✉ [email protected]

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