Cinco tipos de hombres que debes evitar 

Esta es una corta lista de los tipos de hombres que las historias mágicas nos han mostrado como los ideales, pero que debes evitar ¡a toda costa!

Elegí algunos personajes de Disney porque –sin importar la edad– cuando se trata de una de sus películas animadas ¡corremos a verla! o si no, al menos conocemos sus films clásicos, así que estos te resultarán familiares.

¡A mí me parece tan genial la capacidad de análisis para darles vida a cada personaje de acuerdo a sus historias y sus carencias!, porque el problema no radica solo en el tipo de hombre, sino en la carencia afectiva de la mujer al fijarse en ese tipo de hombre.

El malhumorado

Es ese hombre que gracias al amor de una abnegada mujer, se convierte en todo un príncipe. Con ustedes: ¡El príncipe Adam, de «La bella y la bestia»!

¡Vaya historia! No conocemos a la mamá de Bella, la gente del pueblo conocía al papá como un loco (era inventor) y a Bella como la chica soñadora y extraña. En el desenlace de la historia conocemos esa relación con el papá, y también vemos que Bella conoce las peores facetas de la bestia, y a aún así terminó amándolo a pesar de arriesgar su vida, ya que si ese hechizo no se rompía, ¡ay de bella si hacía algo que a la bestia no le gustara! ¿Se imaginan? Dígame si a la Bestia no le gustaban los amigos de la Bella, o si sus pasatiempos le molestaban, o ¿qué tal que le terminara cayendo mal el papá por siempre…? ¡El caos total!

El inmaduro

Este es el niño eterno, el adulto que huye de sus responsabilidades. Con ustedes: ¡»Peter Pan»!

Peter Pan tipifica a esos adultos que siguen actuando como niños o adolescentes, aquellos que no son capaces de asumir la responsabilidad de sus actos, empeñándose en no crecer y en evitar comprometerse en los roles que les corresponden (padres, esposos, y profesionales responsables). Como bien nos muestra la película, Peter Pan detesta la vida de adultos, y así conquista Wendy, quien no estaba conforme con la forma de ser de su padre, a quien ve como un padre exigente.

El hada Campanita y Wendy son la relación más típica de este tipo de hombres, porque generalmente buscan a personas que cubran sus necesidades y afectos. Por eso existe Wendy, quien a la final termina asumiendo que es la madre de todos los niños perdidos, demostrando que ella sí quiere crecer y desea asumir responsabilidades que la llevarán a formar una familia.

El seductor

Es ese hombre que vive de tu bondad y/o destreza. Con ustedes:  ¡El príncipe Naveen, de «La princesa y el sapo»!

Naveen es presentado con el príncipe que perdió la oportunidad de tener una mejor vida gracias a su estilo de vida, pues, era un irresistible músico mujeriego (respetando a mis amigos músicos, no es personal, ja, ja, ja). Naveen, debe casarse o conseguir un trabajo para ganarse la vida, y cuando le habla a Tiana –convertido en sapo– le pide que le dé un beso para romper el hechizo y convertirlo en humano, presumiendo de sus encantos y ofreciéndole una mejor calidad de vida.

Tiana, siempre dijo que jamás besaría a un sapo… ( ¡vaya, vaya! más que típico), pero acepta y lo besa, y ya sabemos lo que sucede después… La historia deja ver que Tiana no se ocupa de ella, se ocupa del sueño de su padre, quien lamentablemente muere. Durante toda la historia, Tiana, una chica muy emprendedora, –como buena colérica– resuelve cualquier situación: comida, lugar dónde dormir y cómo volver a ser humanos; a lo largo de la película vemos como ella mantenía este comportamiento aún cuando sabía cuán patán es Naveen; claro, hay situaciones no resueltas, y así ella seguía siendo ella, ocupando su lugar en su mundo –la emprendedora–.

El mala conducta

Este es el típico galán rompecorazones, de conductas sociales mal vistas, pero que se va a «componer» por enamorarse. Con ustedes: ¡Flynn Rider, de Enredados! (Su nombre «real»: Eugene Fitzherbert).

Rapunzel no tenía posibilidades de una mejor elección, por supuesto, con aquello de ♪♫ Sabia eeees mamá… ♪♫, ja, ja, ja. El caso es que el encierro, las mentiras y la manipulación de la anciana fueron el escenario perfecto para hacer correr a Rapunzel a los brazos de Eugene, por quien siente una gran compasión al saber su historia (ya que es huérfano), y así vemos cómo, al inicio, el físico no es lo que la atrae.

El oportunista

Este es el hombre que usa sus encantos como arma mortal. Con ustedes: ¡El príncipe Hans, de «Frozen»!

También es el galante, apuesto, educado y con «mucha labia». Anna, quien muestra ser muy sanguínea desde niña, claramente tiene carencias afectivas por el rechazo de su hermana –mas la nula explicación del porqué– y la muerte de sus padres, todo eso deriva en soledad y sentimientos de abandono. Emocionalmente, Anna no estaba bien.

Gracias a Disney por mostrar un poco que es un error elegir así de rápido a una pareja, pero ¿qué podíamos esperar de Anna?, vemos que hasta hablaba con los cuadros y esculturas… Lo cierto es que tenía una necesidad enorme de sentirse amada, escuchada, protegida y tomada en cuenta.

Conclusiones:

Amigas, si Dios y un especialista no interviene en la vida de estos tipos de hombre, entonces no va a cambiar por tu amor. Tu amor no es mas fuerte y real que el amor de Dios ni que su amor propio y sano, ¡no se te ocurra competir con eso!, si lo haces, los resultados no serán buenos; él no verá a través de tus ojos, por eso no valen los esfuerzos por hacerle ver lo que está mal, además, esto te hace daño, y lo hará una y otra vez. Los problemas de ego, emocionales, y de ira, tampoco los cura el amor de una mujer. Ustedes me dirán: «¡Ay Rouse, pero sí mejoran!»; ante esto, les contesto: Sí, solo por momentos, pero al final terminarán explotando porque la raíz de ese mal no está identificada, trabajada, ni superada en ellos.

No vale el riesgo si la probabilidad de ser lastimada es lo único que es estable.

En el post, «El gusto por los chicos malos», hay varias cosas interesantes sobre las mujeres que aceptan este tipo de hombres, porque al inicio lo expliqué, no es solo el tipo de hombre, se trata de los problemas no resueltos que las llevan a elegirlos.

Encontré estos interesantes aportes, en la web psicologiaymente.net:

Los estudios científicos dicen que las personas tienden a relacionarse con sus parejas de forma parecida a como aprendieron a relacionarse con sus padres durante su infancia. Dependiendo de eso se puede encontrar un gran abanico de posibilidades relacionales. Si las relaciones con sus padres fueron positivas, sanas y satisfactorias, tenderán a buscar parejas similares a sus padres -en la manera de relacionarse y comunicarse entre ellos-.

En cambio, si las relaciones con los padres fueron más bien negativas, conflictivas e insanas, tienden a repetir esos patrones relacionales en futuras parejas. ¿Y por qué pasa eso?

Eso se debe a que en las relaciones parentales se crearon unas inseguridades, unos miedos y unas necesidades emocionales que dejaron, de alguna manera, esa marca emocional que los suele acompañar a lo largo de la vida. Pueden buscar personas que aparentemente parezcan distintas a esas figuras, pero que inconscientemente tienen algo en común. Eso es debido a que intentan hacer mejor lo que los padres hicieron mal –o lo que podría mejorarse–.

Como siempre, cuando me refiero a estos problemas no resueltos, debo invitarlas responsablemente a buscar ayuda especializada. Debes romper con estas conductas en tu vida, cambiar este patrón de conducta es posible.

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Entaconadas

Hijas de Dios que dan tips de: Moda, Belleza, Salud, sanidad del corazón. Somos mujeres reales HT #MujeresReversibles ✉ [email protected]

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